Ser verde le limpia el rostro a Walmart


Alguna vez escuché a un ambientalista decir que a razón del "cambio climático" se habían liberado tantos recursos para investigación que de no haber sido real este fenómeno, ya nos habríamos inventado uno. Igual pasa con las iniciativas de sustentabilidad. Resulta que es más rentable ser verde que no serlo. Venga, pues, un poco de periodismo en rosa para consignar prácticas positivas de algunas empresas. (Publicado en Revista Expansión. Núm. 1069. Julio 2011)
Crece el músculo verde de Walmart
Una bolsa verde de Walmart va más allá de evitar el uso de seis bolsas de plástico. Implica una estrategia de negocio que, a nivel mundial, ahorra millones de dólares en gastos de operación. Asesorados por la consultora ambiental BluSkye, desde 2005, Walmart identificó las áreas que le generaban mayores gastos y desperdicios. En todas implementaron herramientas para eliminarlos. Tan sólo por reducir el tamaño de los empaques para economizar espacio en sus estantes y optimizar su transportación, tuvieron ahorros anuales de 3.4 mil millones de dólares.
Van de la mano con sus proveedores. María Elena Vázquez, directora del Centro de Comercio Detallista del Tec de Monterrey, explica la compañía busca que su cadena de suministros sea sustentable de manera completa. “Walmart no podría mejorar su sustentabilidad si los proveedores no mejoran”, explica.
En México, se han implementado estrategias de sustentabilidad en todos los niveles, desde la capacitación a empleados hasta “azoteas verdes” con sistemas de captación de agua pluvial. Han buscado la eficiencia logística en la transportación para que los camiones no regresen vacíos, tengan segundos piso de carga y optimicen el espacio.
“Debe haber una voluntad muy clara de la alta dirección de que la sustentabilidad es una prioridad de negocio”, explica Manuel Gómez Peña, director de sustentabilidad de Walmart México y Centroamérica. “Hay que invertir recursos, porque al tener un área especializada puedes tener una estrategia definida con objetivos, métricas y acciones que te generan resultados positivos en tu propia operación y en una cadena de valor más eficiente que se traduce en mejores costos y mejores precios para tus clientes”.
En los últimos cinco años, en México, la compañía ha invertido 600 millones de pesos (mdp) en nuevas tecnologías de iluminación, refrigeración y aire acondicionado. Esta renovación ha permitido que sus tiendas sean 25% más eficientes en el uso de energía respecto a 2005. Este año, tienen programada una inversión de 160 millones de pesos que permitirá 4% adicional en ahorro de energía.
Entre 2006 y 2010, en sus tiendas en México y Centroamérica, su consumo de energía, que es su segundo gasto más importante después de nómina, se redujo en 183 millones de kilowatts por hora, que equivale a 240 millones de pesos ahorrados en ese periodo; eso implica 60 MDP al año por pago de luz, lo que significaría que su inversión comienza a amortizarse.
Los montos destinados a “inversión verde” no son menores. De comparar su Reporte Financiero Anual contra su Informe de Responsabilidad  Social y Desarrollo Sustentable 2010, resulta que registraron ventas por 295.5 mdp y destinaron 165 mdp a “gastos ambientales”; esto equivaldría a 55.8% de sus ingresos canalizados a iniciativas sustentables. 
Walmart tiene una planilla de expertos formados en Alemania, Islandia, Suecia y Estados Unidos que dependen de la dirección que lidera Gómez Peña. Es un equipo de 20 personas que vigilan eficiencia energética, innovación en empaque, ahorros en agua y manejo de desechos. Incluso cuentan con un área de difusión dedicada específicamente a comunicar los logros verdes de la compañía.
“Esto es un modelo a nivel global, pero definimos una estrategia muy específica para México”, dice Gómez Peña. “Ver la sustentabilidad como una estrategia de negocio implica que se maneja de la misma manera como se manejan otros rubros del negocio, como ventas o inventarios, o incluso como cuando estudias la entrada a un nuevo mercado”.
El interés de Walmart no es gratuito. Hace cinco años, comenzaron a pagar la factura de una imagen que los posicionaba como una empresa que orillaba a sus proveedores a privilegiar la contratación por outsourcing para abaratar costos, causar la muerte de pequeños establecimientos de barrio, pagar bajos salarios a sus trabajadores y contaminar con su ejercito de tráilers que transportan mercancías a largas distancias. Entre 2000 y 2005, el porcentaje de clientes que dejó de comprar en sus tiendas pasó de 2 a 8%, eso eran 14 millones de personas que se habían ido con la competencia. Eso derivó en que su acción bursátil cayera 27%.
Izar la bandera de la sustentabilidad resultó ser la fórmula que les ha permitido limpiar su imagen y mejorar el negocio. Edward Humes, quien en mayo de 2011 publicó Force of Nature: The unlikely story of Walmart green revolution, ha explicado que Walmart ha sido más masivo y efectivo que las organizaciones ambientalistas para transmitir la importancia de la sustentabilidad.
Entrevistado por medios estadounidenses a propósito de esta novedad editorial que aparece cuando la compañía a traviesa nuevamente por una crisis de ventas bajas en Estados Unidos, Humes ha enfatizado que el compromiso de Walmart con la sustentabilidad no está basado en filantropía, activismo o concientización, sino en la convicción de negocio y competitividad que implica.
Se les prendió el foco… apagarlo
En materia de sustentabilidad, Walmart tiene tres objetivos fundamentales: abastecerse en 100% de energías renovables, cero desperdicios y vender productos sustentables.
“Desde el principio nos planteamos objetivos muy amplios que eran muy aspiracionales. Cuando hicimos el anuncio, no sabíamos cómo llegaríamos ahí, pero al formularnos objetivos tan grandes permitió que todos empezaran a trabajar en ello”, comenta Andrea Thomas, vicepresidente mundial de sustentabilidad para Walmart.
La compañía ha reducido emisiones de dióxido de carbono en su cadena logística e incluso fortalecen a su red de proveedores locales para ahorrar consumo de combustible. Entre 2007 y 2010, en Estados Unidos, lograron transportar 300 millones de cajas más en mercancía, pero economizaron sus recorridos en 322 millones de kilómetros, al hacer más eficientes sus rutas y la carga de sus unidades redujeron costos de operación. Incluso fueron más eficientes en el uso de recursos humanos, ya que mientras en 2006 debían involucrar a 95 mil asociados en esta área, en 2010 utilizaron a 72 mil.
“Hemos trabajado en sustentabilidad por cinco años y hemos encontrado ahorros reales que no solamente son buenos para el medio ambiente y nuestra huella ecológica, sino que también es positivo para nuestros consumidores”, afirma la ejecutiva, quien llegó a Walmart en 2007 con experiencia previa en empresas de consumo con Hershey y PepsiCo.
En Centroamerica, por ejemplo, la reducción de su consumo energético evitó que emitieran a la atmósfera 543 toneladas de gases invernadero, equivalente a sacar de circulación 272 vehículos en un año, pero también significó que se redujeran sus gastos en ese rubro en 5 millones de pesos anuales.
La empresa tiene una granja eólica en Oaxaca, con lo que cubre 18% de su consumo de electricidad, esto equivale a la luz utilizada en 348 tiendas. Además, instalaron celdas fotovoltaicas en tres de sus tiendas, en Baja California, Aguas Calientes y Distrito Federal. Un ejemplo más: su centro de distribución en Sinaloa dejó de hacer 7 mil  viajes a tiendas lo que equivale a dejar de recorrer 5 millones de kilómetros, eso equivale a dejar de quemar 2.1 millones de litros de diesel y reducir emisiones de CO2 en 5.7 toneladas; aunque el resto del sistema sigue emitiendo 143 mil toneladas de dióxido de carbono por distribución de mercancías su objetivo es reducirlo mejorando la conexión de rutas y carga de tráilers.
En México, la compañía ha enfatizado esfuerzos en ahorro de agua, porque la escasez de agua es una preocupación en el país. Con su proyecto de azoteas verdes para recolección y tratamiento de agua de lluvia han sido capaces de reutilizar hasta 60% de esa agua; "lo que se ha convertido en un modelo que podremos replicar en otros países”, explica Thomas.
Es hora de medir
Walmart privilegia los productos “sustentables” que además no cuesten más. “Si forzáramos al cliente para que cambie su conducta y además pague más, entonces el impacto sería mucho menor”, dice Thomas. Ejemplo, piden a sus proveedores desarrollar detergentes que no requieran agua caliente y garanticen la misma efectividad de limpieza, al mismo costo, esto impacta directamente en la reducción de energía de cada consumidor.
Cuentan con su propio Índice de Sustentabilidad. Su objetivo es que, en cinco años, cada producto comprado en sus tiendas esté clasificado con una medición de impacto ambiental, social, ético y de salud.
En el mundo, existen dos índices bursátiles de sustentabilidad, el estadounidense Dow Jones Sustainability y el británico Ftse 4 Goods Enviromental Leaders Index. Sin embargo, Walmart recién aplicó para pertenecer al listado de la calificadora en EU. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) presentará este año su propio índice bursátil que pondrá en el mapa las mejores prácticas de empresas nacionales o de empresas trasnacionales que cotizan en nuestro país. Walmart México y Centroamérica estará incluido.
“El caso Walmart es interesante porque están transmitiendo esta cultura de bienestar a sus proveedores”, explica Catalina Clavé, directora de Productos de Información e Índices de la Bolsa Mexicana de Valores.
Los críticos de la compañía, la mayoría financiados por grupos ambientalistas y sindicalistas, aseguran que Walmart está lejos de ser sustentable. “La maquinaria de relaciones públicas implementada para desarrollar una imagen positiva en torno a la sustentabilidad es solamente distractor de sus impactos negativos”, lanza Will O’Neill, vocero de Walmart Watch.
Otros, sin embargo, comienzan a valorar el esfuerzo por mejorar su impacto en la sociedad. “Hay muchos elementos que contribuyen a la imagen de Walmart. Al tiempo que ayudó a las víctimas de Katrina, también lanzó su campaña verde y lanzó una campaña para mejorar, en forma limitada, la situación laboral de sus trabajadores, por ejemplo, mejoró su plan de seguros de salud”, explica Chris Tilly, director del Institute for Research on Labor and Employment de la Universidad de California.
Durante casi nueve años, Tilly ha dado seguimiento al que considera el empleador más grande del mundo. Explica que para Walmart las prácticas verdes no son un diferenciador frente a su competencia. Cierto. Más, las futuras generaciones de compradores cada vez serán más concientes del impacto al medio ambiente, dice Thomas.
“Ésta es la manera como garantizamos crecimiento”, dice la responsable mundial de las iniciativas verdes de la compañía. “Si vemos a 10, 20 ó 30 años, de no actuar ahora, será más difícil ser competitivos en el futuro”.