Blindar autos, un buen negocio

Esta visita a una planta blindadora de autos es una muestra de que la violencia genera negocio, en muy distintos niveles. (Publicado por la revista Manufactura. Agosto 2011)

 Con piel de acero

Los primeros blindadores de automóviles que llegaron a México eran colombianos. Enseñaron el oficio a mecánicos locales especializados en reparación de carrocería, hojalatería y pintura. Es una industria que comenzó en nuestro país hace 15 años y ahora exporta conocimiento a Medio Oriente.
En 1996, la blindadora Global Armor se instaló en un terreno de Ecatepec. Al entrar a la planta, el ojo inexperto solamente ve un taller mecánico, con una veintena de autos en cascarón o en proceso de rearmado, pero en estas instalaciones hay maestros blindadores que refuerzan puertas, toldos y cajuelas con placas de acero balístico y polietilenos de alta densidad de uso aeronáutico que combinan liviandad y rigidez.
Anualmente, en esta planta se blindan entre 150 y 180 unidades; en cada una tardarán entre cuatro y ocho semanas, según el tipo de blindaje solicitado. Las categorías van desde el nivel dos o contra “violencia urbana” y armas de bajo calibre hasta el nivel seis que implica “protección contra todo tipo de proyectiles perforantes”.
El proceso de blindaje se resume en cuatro estaciones: recepción, blindaje opaco, blindaje transparentes y pruebas a la unidad terminada. Todas las etapas son exhaustivas, comenzando por la revisión de los nuevos ingresos para verificar que estén en condiciones óptimas, pues una vez iniciado el proceso perderán su garantía original y el blindador será responsable de su funcionamiento.
Durante el blindaje opaco se desmantela la unidad. Esta planta acepta cualquier vehículo, sin importar marca o modelo, pues cada automóvil se rearmará artesanalmente con un nuevo cascarón confeccionado especialmente para cubrir las necesidades de ese carro en particular. El propietario pagará, en promedio, 450 mil pesos por convertir su carro en un búnker rodante, pues los maestros blindadores pueden proteger una camioneta con una nueva piel de hasta dos pulgadas capaz de soportar impactos de armas incluso más potentes que la tradicional AKA-47 o cuerno de chivo.
Aunque el blindaje es de uso militar, es una tecnología que se ha transferido al mundo civil; sin embargo, el ejercito blinda unidades rústicas y deja fuera los detalles estéticos. Los proveedores para particulares conservan las características originales de carro, a pesar de que es un procedimiento que agrega entre 180 y 240 kilos al peso original de la unidad, estos experto logran preservar la tecnología del vehículo y garantizan el funcionamiento de los sistemas eléctricos y electrónicos, así como de aire acondicionado y mecanismos de frenado y anti-volcaduras.
Cortan el acero en frío con chorro de agua tipo sand blast para no debilitar el material como hacen los métodos que utilizan calor, esto les permite acabados milimétricos en las piezas. Además, cuentan con unidades especializadas en igualar cualquier color en la pintura de la carrocería.
“Tratamos que el blindaje sea lo menos invasivo al vehículo”, explica José Eduardo Llanos, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA). “Nos enfocamos en la reducción del peso y hemos aprendido a trabajar con los sistemas de seguridad (de manejo) de los vehículos”
Son expertos en reforzamiento de amortiguadores y muelles para soportar el peso del blindaje, así como instalación de llantas con sistemas run flat que permite a los neumáticos seguir rodando hasta 40 kilómetros aun cuando hayan sido impactados con armas de fuego.
Para el blindaje transparente trabajan con su empresa hermana Diamond Glass que cuenta con hornos propios para moldear el vidrio que es diseñado ex profeso para cada vehículo y que puede alcanzar grosores de hasta 60 milímetros; además cuentan con un laboratorio de tiro donde se prueba el cristal antibalas que producen, calidad que les ha ganado clientes en Israel. De hecho, además de exportar vidrio a ese país que se caracteriza por los continuos atentados de bomba, dos expertos de Global Armor viajaron allá para capacitar a un equipo encargado de blindar camiones de bomberos.