Estiércol que vale oro

Sin palabras. Esta es una de esas notas que provocan conciencia de que podemos ser más responsables con el manejo de desechos. Simplemente, en casa, con la separación de la "basura" hacemos un cambio importante. Notaron las comillas en "basura", porque resulta que de esa "basura", de eso que pensamos que ya no sirve, incluido el excremento, podemos producir no solamente abono, también se puede generar luz y hasta ganar dinero a través de los llamados bonos de carbono. (Publicado por la Revista Energía 360 de Manufactura. Septiembre 2011)


Desechos que valen oro 
Sagarpa ofrece apoyos de hasta un millón de pesos en la construcción de biodigestores, o bien de 250 mil pesos para la compra e instalación de un generador de electricidad.
El excremento de ocho vacas puede transformarse en energía eléctrica e iluminar una granja por seis horas. Esto con ayuda de un biodigestor de 20m3 que utiliza 200 litros diarios de los desechos de estos animales, para producir 12m2 de biogás y alimentar un motogenerador de energía eléctrica de 5 kilowatts/hora, cuyo costo puede alcanzar los 20 mil pesos, menciona Camilo Pagés, director de operaciones del proyecto de Biobolsas del Instituto Internacional de recursos renovables (IRRI por sus siglas en inglés).
Estos beneficios a escala, en establos con más de 300 cabezas de ganado, significan gestionar adecuadamente siete mil 500 litros diarios de estiércol. Un motogenerador de electricidad para este tipo de granjas cuesta entre 650 mil pesos y un millón de pesos, pero el productor autogenera entre 50 y 80% de la luz que utiliza.
La tecnología para obtener biogás a partir de los desechos animales es la biodigestión que aprovecha la descomposición anaerobia, esto es sin presencia de oxígeno, para obtener un gas que está compuesto mayoritariamente por metano (65%) y dióxido de carbono (30%) que funcionan como combustible sustituto del gas derivado del petróleo.
Con una vaca, una familia puede generar biogás por tres horas al día que puede utilizar para la cocina o para calentar el agua de baño; para estos pequeños establos o de traspatio hay sistemas “biobolsa” distribuidas en México por el IRRI que funcionan como biodigestores con capacidad para gestionar los desechos de una a 100 vacas, con un costo de 13 mil 500 pesos y una vida útil de 20 años.  Este proceso además ha demostrado beneficios ambientales para los productores de ganado. Actualmente, las iniciativas internacionales que generan incentivos económicos para adoptar estas tecnologías están llegando al campo mexicano. 


ALTERNATIVAS
Para los establos con más de 300 animales, en México y America Latina, se han popularizado las lagunas impermeabilizadas fabricadas con polietilenos de alta densidad o PVC con espesores de 1.5 mm. Según la capacidad, los costos varían entre tres y seis millones de pesos.
“Dependiendo del uso que le puedan dar al metano, el proyecto se puede pagar en dos o tres años. Un proyecto de estos dura más de 10 años, por lo que el productor comienza a tener beneficios a partir del cuarto año”, explica Pedro Frausto, especialista en la instalación de biodigestores en la empresa Environmental Fabrics.
“Cada productor tiene condiciones específicas para aprovechar el biodigestor”, dice Frausto. “Algunos generan créditos de carbono y eso paga el proyecto por sí sólo. Todos los demás beneficios son opcionales, por eso es tan variado”.
Los recursos obtenidos por los bonos de carbono permiten al productor pagar de manera anticipada su financiamiento, pues un biodigestor mediano puede obtener hasta dos mil certificados de carbón por año. Estos bonos de carbón se pueden vender hasta en ocho euros, por lo que un biodigestor mediano podría conseguir 16 mil euros anuales que equivalen a 270 mil pesos.
En cuanto a la construcción de un biodigestor, ésta solo se dificulta en terrenos duros o con piedra o en aquéllos con mando freático elevado, lo que impide la excavación, explica Frausto. En esos casos, se opta por una instalación elevada. En lugares donde el agua es escasa esta tecnología presenta un reto adicional, pues los productores compran pipas de agua y la racionan, por lo que sus sistemas de limpieza ocupan poco líquido y el estiércol viaja con alta concentración de desechos sólidos, lo que dificulta el proceso anaeróbico. 


EL MERCADO
El IRRI estima que entre las granjas familiares mexicanas existen tres millones de usuarios potenciales de esta tecnología, por eso mantienen una campaña permanente de difusión sobre la implementación de biobolsas, así como de asesoría técnica y de financiamiento.
En el caso de granjas y establos con más de 300 cabezas de ganado, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), a través del Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO), ofrece apoyo de hasta un millón de pesos en la construcción de biodigestores o de hasta 250 mil pesos para la compra e instalación del generador de electricidad, si los beneficiarios aportan 50% o más de la inversión.
Vale mencionar que el gobierno federal ya ensaya otros mecanismos de financiamiento; en marzo pasado, Financiera Rural (Finrural) anunció su Programa de Aprovechamiento de Gas Metano en granjas bovinas y porcinas, con el que calcula financiar la instalación de biodigestores en siete mil granjas, durante los próximos 28 años, con montos de hasta 10 millones de pesos.
El programa se registró ante las Naciones Unidas para funcionar bajo el esquema de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) Programático, lo cual facilitará la obtención de bonos de carbono para quienes estén inscritos; además, serán monitoreados anualmente para verificar la reducción de gases en las granjas que participen.

Los productores que tengan desde 300 cabezas de ganado podrá aplicar por acceso a capital y a financiamiento de hasta 80% del valor de los proyectos en plazos de siete años. Se prevé que para el cierre de 2012 deberán registrarse al menos 500 proyectos.